Grupo Dominicano de Solidaridad de Pueblo a Pueblo

 

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Declaración del grupo

La crisis de Haití no ha terminado: urge expresar nuestro apoyo al pueblo haitiano

El pueblo haitiano ha vivido un nuevo episodio de su convulsa historia. Una vez más nuestras hermanas y hermanos se ven sumidos en la angustia y en un porvenir que no se visualiza todavía como esperanzador. Sí lo son, sin embargo, señales que mueven a la confianza. A pesar de que esta crisis no ha terminado el  creciente fortalecimiento de la sociedad civil, y la expresada voluntad de las agrupaciones políticas actuantes convocan a esperar que haitianas y haitianos podrán conducir a su nación, bicentenaria en su acceso a la independencia, por caminos que arrojen luz en medio de las confusiones todavía prevalecientes y tracen la ruta del desarrollo imprescindible.

 Diversas voces de la sociedad civil dominicana hemos sentido la urgencia de aunar fuerzas para apoyar al pueblo haitiano en estos momentos tan difíciles en los que se encuentran nuestros vecinos y vecinas. Movidos por las informaciones que hemos estado recibiendo de organizaciones de la sociedad civil haitiana, el Grupo Dominicano de Solidaridad Pueblo a Pueblo busca suscitar la solidaridad dominicana para los y las haitianas que están padeciendo las consecuencias de la inestabilidad, otra vez con una fuerte presencia de fuerzas extranjeras en su territorio, e inmersos en el deterioro económico, social y político bien conocido.

 Entre los problemas que el pueblo haitiano está afrontando en los últimos días, y en base a informaciones recibidas desde organizaciones e instituciones amigas, los más apremiantes parecerían ser:

-          Debilidades y carencias en las posibilidades de  apoyo de parte de organizaciones humanitarias, de derechos humanos y representaciones diplomáticas de algunos países establecidas en territorio haitiano. Detenidos, según parece, los saqueos, persiste una práctica sistemática de irrespeto a espacios como hospitales, impidiendo la ayuda a personas enfermas y heridas.

-          Hay un proceso de aislamiento de la población, con interrupciones de toda forma de comunicación entre ciudades que fueron  ocupadas y donde hay todavía una real situación de conflicto bélico. Comunicadores sociales están siendo amenazados y amenazadas aún, y algunos medios de comunicación que fueron saboteados u obligados a suspender sus emisiones no han podido normalizar sus funciones, ni tienen el acceso imprescindible a fuentes informativas de primera mano, y a las conversaciones y negociaciones que están teniendo lugar. Hay, por demás, una cierta tendencia sensacionalista que magnifica los excesos en el proceso y sigue colocando el epicentro de muchos despachos en la figura del ex presidente, sin atención suficiente a las señales de renovación en un sentido positivo, ni a los comportamientos sectarios que pueden entorpecer los avances.

-          Persisten amenazas serias de focos de rebelión no controlada, que se alimenta, además, con una importante circulación de armas de guerra.

-          La población haitiana, entre tanto, sufre escasez de productos básicos y suministro de agua, que podría empeorar en los próximos días  si no se organiza un rápido y eficiente puente de ayuda humanitaria que asegure alimentos y medicamentos a amplios sectores de la población. Habría zonas donde la  interrupción de la energía eléctrica y el suministro de agua potable está generando situaciones insostenibles y muy riesgosas para la vida y la salud de la gente.

-          La lentitud en el proceso político de normalización recién iniciado - a pesar de la presencia extranjera que se concentra en Puerto Príncipe - hace notable e igualmente peligrosa la aausencia de autoridades.

A la luz de estas informaciones, desde República Dominicana el Grupo Dominicano de Solidaridad de Pueblo a Pueblo solicita:

1. Al Estado Dominicano a través de sus actuales autoridades, tanto civiles como militares:

1.1. Aplicar las medidas pertinentes dentro del marco de la Convención de 1951 del cual nuestro país es signatario y que rige en materia de protección de las y los refugiados.

1.2.  Cesar las repatriaciones de haitianas y haitianos indocumentados y/o hacer cumplir efectivamente las disposiciones en este sentido que ellas mismas dispongan, mientras persista la situación actual.

1.3.  Mantener la celebración de los mercados binacionales en la frontera para contribuir con el abastecimiento de alimentos y medicamentos del pueblo haitiano, facilitando el flujo fronterizo.

1.4.  Favorecer el establecimiento de un corredor humanitario de productos para contrarrestar el desabastecimiento de medicamentos, de agua potable y de alimentos que se está verificando en otras zonas de Haití retiradas de nuestras fronteras.

1.5.  Diseñar, para implementar si fuera necesario, un plan de contingencia que facilite el ingreso a nuestro país, ordenado y respetuoso, de aquellas personas amenazadas y perseguidas en Haití. Este plan como mínimo deberá contener las características de las personas, que en igualdad de condiciones podrían acogerse al mismo. De igual manera, el plan deberá prever espacios específicos a fin de facilitar la ayuda humanitaria que podrían requerir estas personas.

1.6.  Motorizar a los organismos internacionales hacia la búsqueda de alternativas que den respuesta a la actual crisis política de Haití, y convocar a la ayuda humanitaria internacional en especial en las áreas de alimentación, salud y  derechos humanos.

2. A los organismos de cooperación y de ayuda internacional:

2.1. Poner en práctica, en tiempo humanamente necesario, acciones indicadas por la Convención de 1951 en materia de protección de las y los refugiados. De manera particular el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y concretar el mandato de instalar oficinas adicionales tanto en el norte como en la frontera

2.2. Reactivar, ampliar y hacer oportuna, con el debido control, la ayuda humanitaria al pueblo haitiano donde quiera que éste se encuentre particularmente en las áreas de alimentación y salud.

3. Al pueblo dominicano y a sus organizaciones e instituciones sociales:

3.1. Reconocer que independientemente de nuestros sentires hay una situación que está viviendo un país hermano, integrado por mujeres, niñas, niños y hombres, seres humanos iguales que todas y todos nosotros, que en estos  momentos están viviendo situaciones muy difíciles, como lo hemos vivido dominicanas y dominicanos en tiempos pasados. Situación que no podemos resolver, sin embargo sí podemos contribuir a aliviar.

3.2. Flexibilizar la razón para abrir el corazón y expresar la solidaridad que nos caracteriza como pueblo y que tanto hemos recibido en el pasado. Popularizar las razones que estimulan esta solidaridad frente a criterios desproporcionados que alimentan prejuicios racistas seculares.

3.3. Expresar de modo explícito y elocuente esa solidaridad con Haití, en el Festival De Pueblo a Pueblo el próximo 20 de marzo, Día Mundial de la Solidaridad, conmemoración aprobada en el último Foro Social Mundial en Mombai. Esa es la significativa ocasión en que todos los dominicanos y dominicanas solidarios podrán ofrecer a nuestros hermanos y hermanas de Haití: un poema, una canción, un alimento enlatado, una planta destinada a la reforestación, un tinaco, una pintura... una frase de aliento.

3.4. Vincular a los segmentos más jóvenes y humanamente más vitales de nuestra población con este Festival. La fuerza creadora y sensible de la juventud dominicana

es imprescindible en esta justa manifestación popular de solidaridad.

3.5. Para estas acciones, y para las que nacerán de esta concertación de fuerzas sanas y mentes abiertas debemos reaccionar reclamando al Estado Dominicano y a los organismos internacionales la adopción de medidas tendientes a contribuir con la solución del problema humanitario del pueblo haitiano; y apoyar proactivamente las iniciativas que se adopten desde estos sectores o cualquier otra instancia de la sociedad dominicana.

Por el momento, se han sumado a esta iniciativa organizaciones que de alguna manera tienen vínculos con Haití o que trabajan con organizaciones hermanas haitianas, así como ciudadanos y ciudadanas dominicanas amantes de la paz y conscientes de la hermandad y solidaridad que siempre ha existido entre nuestros pueblos.

Hacemos un llamado a la sociedad dominicana para que se unan personas y organizaciones de distintos ámbitos, para fortalecer y ampliar la red solidaria con el pueblo haitiano.

1. Para más información, favor llamar al teléfono: 688 7430.

2. Nuestra dirección electrónica es:  solidaridadpueblos@yahoo.es


3. Tambien tenemos un grupo de discusión mediante el cual divulgamos informaciones que nos llegan de diversas fuentes:  solidaridad-ht-dr@yahoogroups.com
Si desean suscribirse directamente pueden escribir a: 

solidaridad-ht-dr-subscribe@yahoogroups.com
y recibirán un mensaje de confirmación
o bien ir a la pagina de grupo   http://es.groups.yahoo.com/group/solidaridad-ht-dr/

¡¡¡De pueblo a pueblo con la solidaridad y el corazón dispuestas y dispuestos a ayudar!!!

 

 

 

 

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