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ECOTURISMO Y DESARROLLO SOSTENIBLE
EN REPUBLICA DOMINICANA EL CARIBE Y EL MUNDO

BALANCE Y PERSPECTIVAS SEGUNDA FERIA ECOTURISTICAS Y DE PRODUCCION. JACAGUA, SANTIAGO (20-28 DE JUNIO, 1998)

Jose Serulle Ramia
Fundador de la Fundación Ciencia y Arte, Inc.
y Presidente de la Comisión de Organización de la feria

Una trascendente actividad ambientalista, cultural y comercial


 
La necesidad de pasar balance

Es costumbre de la Fundación Ciencia y Arte, Inc., realizar balances de las actividades que desde hace diez años viene realizando en procura de contribuir al desarrollo integral de la República Dominicana. De estos balances se extraen experiencias, positivas y negativas, que nos ayudan a acumular conocimientos y a avanzar con pasos más certeros en los nuevos proyectos que emprendemos. De ahí, que cada acción debe, por lo regular, superar cuantitativa y cualitativamente el esfuerzo que de una misma naturaleza hayamos efectuado anteriormente. Asimismo, estos balances responden al respeto que nos merecen las instituciones y personas que, con desinterés y entusiasmo, se suman a la iniciativa de la Fundación Ciencia y Arte, Inc., y al agradecimiento que sentimos hacia ellos, ya que sin su integración, como coauspiciadores, coordinadores, copatrocinadores o colaboradores, es prácticamente imposible materializar los esfuerzos y metas que nos proponemos alcanzar. Es también brindarle honor al equipo, de hombres y mujeres, que se conforma desde y fuera de la Fundación, para dirigir los trabajos de cada actividad.

Las enseñanzas y perspectivas que emanan de cada uno de los eventos que realizamos nos marcan los pasos a seguir en el futuro y contribuyen a ampliar las aspiraciones de nuestro pueblo de que nos dotemos de políticas claras y nos fortalezcamos internamente, respondiendo a nuestras especificidades como pueblo, Estado y nación, en los campos de la economía, de lo social, de lo científico-cultural, de lo ambiental y de lo político, para afrontar nuestra responsabilidad histórica de involucrarnos en la vida mundial en condiciones que eviten que seamos excluidos por una competencia desleal y por intereses económicos que responden a unos doscientos monopolios, los cuales, por lo general, acaparan una parte cada vez mayor de los beneficios y hasta de los recursos naturales que generan y contienen las naciones y territorios del mundo.

En Jacagua, Santiago, realizamos del 20 al 28 de junio de este año de 1998, un hermoso evento, o sea la segunda versión de la Feria Ecoturística y de Producción, con el lema: un canto a la naturaleza, por el desarrollo humano. Durante un año, luego de terminados los trabajos exitosos de la Primera Feria Ecoturística y de Producción, la cual se efectuó, del 21 al 29 de junio de 1997, en la hermosa localidad de Jarabacoa, provincia de La Vega, organizamos, con paciencia y tomando en consideración las enseñanzas de esa primera experiencia, lo que habría de convertirse en una trascendente actividad ambientalista, cultural y comercial.

Una integración sin precedentes

El primero y más importante logro fue una integración, que superó grandemente nuestras expectativas, de todos los sectores de la vida social de las localidades circundantes a Jacagua, sede de la feria, y de la ciudad de Santiago, así como de las demás comunidades de la provincia de Santiago, del Cibao central y de todas las regiones del país. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que nunca antes en la historia dominicana, con tan pocos recursos económicos, sin enarbolar una etiqueta con fines exclusivamente lucrativos, se había registrado una manifestación ambientalista, científico-cultural y comercial de tanta participación de la población durante nueve días y noches consecutivos. La feria fue visitada por más de cuatrocientas mil personas.

Hemos de recordar, que el martes 23 de junio, por ejemplo, la actividad se terminó, con un público de más de ocho mil personas, a la 1:20 a.m., aclamando el público los valores típicos de la región del Cibao y dejando sellado su apego a lo que es propio a nuestra identidad como pueblo. La Feria se reiniciaba el miércoles 24, en vez de las 9 :00 a.m., como estaba previsto, a las 8:35 a.m., por cuanto ya a esa hora comenzaron niños y niñas de distintas escuelas y colegios a visitar los stands y las distintas áreas de la feria.

El desfile inaugural, que partió de las Tres Cruces de Jacagua a la finca de la Familia Benoit, epicentro de la feria, dejó sentada las bases, por su concurrencia, por su disciplina y por la actitud receptiva y de alegría mostrada por la población que se agrupó a lo largo de los dos kilómetros recorridos, en los bordes de la carretera, del gran éxito de la feria y del gran orden que prevalecería durante toda su realización.

Identificación de la población con los objetivos de la feria

Es indiscutible que la población se identificó plenamente con los objetivos que persigue la feria ecoturística y de producción: poner en valor las riquezas naturales de nuestro territorio, elevar el nivel de conocimiento del pueblo en torno a la importancia vital de preservar el medio ambiente y su biodiversidad; promover un turismo y políticas sanos que protejan nuestros parques nacionales, nuestras áreas verdes, nuestros ríos, lagos, lagunas, montañas, costas y tierras húmedas, que preserven sus bosques húmedos, nubosos y secos, que amplíen la cobertura boscosa de nuestro territorio, mantengan la vida vegetal de nuestros suelos y las fuentes de agua que emanan de sus raíces, y, por último, conserven la sonrisa a flor de labios de los dominicanos, expresión viva de su hospitalidad y de su deseo profundo de alcanzar una calidad de vida que sea digna de sus sueños y de sus metas; poner en práctica un turismo y política que promuevan los puntos que encierran los elementos fundamentales para desarrollar el ecoturismo, en tanto que acción que unifica la ecología -ciencia de la vida natural- con el turismo de naturaleza, de observación, de montaña, agroturismo, y turismo cultural, fortaleciendo, a la vez, todo lo que define la identidad del pueblo dominicano.

En ese contexto, son las comunidades las que están llamadas a beneficiarse del ecoturismo. Es la pobreza extrema que azota a más de la mitad de las familias dominicanas la que se combatiría con el ecoturismo, así como el letargo que hoy conocen nuestras comunidades sería roto, comunidades que históricamente no han recibido apoyo en su creatividad y en su vida cultural, para que en ellas se desarrollen sus propios valores culturales, prevalezca la diversión sana y se promuevan el concepto y la práctica del desarrollo sostenible de nuestra patria.

Por demás, el comportamiento altamente civilizado mostrado por los miles de visitantes a la feria refleja que nuestro pueblo está preparado para asumir grandes retos y producir, bajo directivas claras, los más significativos esfuerzos para alcanzar niveles de desarrollo que lo coloquen en el sendero del progreso y de calidad de vida a que tanto aspira.

Los beneficios materiales y no materiales -la promoción de Santiago-

La feria trajo consigo una serie de beneficios materiales y no materiales para Santiago y para el país.

Santiago, Jacagua y las ruinas coloniales que están en su seno, se proyectaron como destino turístico, a la vez que se ensanchó el conocimiento de su población sobre su propia realidad ambiental y sobre las riquezas naturales, culturales e históricas que encierra.

Santiago pasa así por la carta turística del país. Su promoción fue intensa durante los nueve días de la feria, con reportajes de radio, televisión, periódicos, revistas e internet, que de ser pagados le hubiesen costado millones y millones de pesos a la provincia de Santiago.

Santiago aprendió más sobre sus proyectos concretos de desarrollo, de rescate de su río Yaque del Norte y su cuenca, de sus planes urbanísticos, de sus grupos culturales, del sendero ecoturístico al Pico Diego de Ocampo... Oyó hablar durante esta enorme festividad de grandes, medianos y pequeños proyectos gubernamentales y no gubernamentales, que van en la dirección de establecer un ordenamiento territorial, un turismo sostenible y un desarrollo integral de la nación.

La feria contribuyó, asimismo, a que la Secretaría de Estado de Obras Públicas y Comunicaciones, con su Dirección Regional Norte, y el concurso de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado -adscrita a la Presidencia de la República- y la Corporación Dominicana de Electricidad, reconstruyeran, pavimentaran, señalizaran e iluminaran con prontitud, eficiencia y entusiasmo, los caminos vecinales aledaños al lugar de la actividad.

Un festival de música típica dominicana y una gran manifestación en favor de la identidad cultural

Con las hermosas tardes y noches que vivió, embriagado de cultura criolla, a través de las orquestas de merengues, de los conjuntos típicos, los bachateros y bachateras, de los grupos de danza, de teatro, "baton ballet", de las orquestas de la Policía Nacional y de la Fuerza Aérea Dominicana, de los coros y grupos infantiles de escuelas públicas y colegios, de los grupos artísticos de municipalidades y gobernaciones, entre otros, el visitante de la feria no sólo entró en contacto con nuestra naturaleza y la historia, a través del bello bosque húmedo y las hermosas ruinas coloniales que ha sabido cuidar con esmero la familia Benoit, sino que penetró en la profundidad de los sentimientos y cultura del pueblo dominicano, de nuestra gente amada, en un ambiente familiar, donde compartían sanamente niños, adolescentes, hombres, mujeres y ancianos, en una comunión inolvidable de sueños, realidades y mitos. Los grupos artísticos no solamente se presentaban, sino que explicaban el origen de la música que tocaban, de las danzas, de las máscaras carnavalescas, de las prácticas religiosas... Se trató de toda una escuela que nos formaba sobre nuestra propia identidad...

El simple contacto con el ambiente social y cultural era por sí solo un gran apoyo al afianzamiento de la identidad cultural de nuestro pueblo. Así, muchos jóvenes y personas en general no participaron sólo como espectadores, sino que fueron actores y autores del evento, con su participación en el desfile inaugural, en los espectáculos artísticos, en las conferencias y sus debates, en las discusiones en los stands...

Ahora, corresponde a Santiago continuar, valiéndose de sus propias fuerzas e iniciativas, de su inmensa creatividad, y vinculándose con los proyectos del Gobierno, de su municipalidad y de otras instancias del Estado, ampliando su vigoroso trayecto hacia un desarrollo regional sostenible, que contribuya a impulsar el progreso de la nación en su conjunto.

Un evento altamente educativo en torno a la problemática ambiental y al ecoturismo

Las actividades de la feria fueron variadas y, en su gran mayoría, educativas. En los stands, las empresas ecoturísticas, turísticas, mineras, industriales, comerciales, financieras, de comunicaciones, nativas y extranjeras, así como las instituciones estatales o privadas sin fines de lucro, que de una forma u otra trabajan en la protección del medio ambiente, exhibieron bienes y servicios en general, procesos de producción y pro-ductos anti-contaminantes, artesanías, proyectos ambientales y comuni-tarios, y dieron a conocer el enorme potencial que anida en los recursos naturales de que dispone la República Dominicana, si éstos son explotados de manera racional.

Contribuyeron también a la formación ambiental y cultural de los asistentes las visitas guiadas al bosque que alberga una variada gama de especies de árboles y las demostraciones de aviturismo u observación de aves, así como las múltiples pancartas explicativas de los diferentes componentes del medio ambiente en el cual se desarrolló la feria, las cuales podían leerse en todo el espacio físico de la feria.

Las ruinas del Santiago Viejo, preñadas de historia, fueron apreciadas por los asistentes como un importante patrimonio histórico-cultural de la región. Ya mencionamos las presentaciones artísticas de grupos provenientes de todas las regiones del país que constituyeron todas y cada una, desde las obras de teatro, los talleres de la Secretaría de Estado de Educación y Cultura (SEEC) y las demostraciones de artes plásticas hasta los bailes folklóricos y las orquestas populares, una muestra de la diversidad cultural con que cuenta la República Dominicana, como elemento favorable para fortalecer su identidad cultural y desarrollar el ecoturismo.

Aparte de los elementos científicos que se observaron en muchos stands, con sus presentaciones de videos, de fotografías, sus maquetas, sus talleres y tertulias, reproducciones de procesos productivos, la feria contó con una programación científica propia que consistió en la presentación de más de cuarenta conferencias, por parte de especialistas, sobre la definición, el rol y el impacto del ecoturismo, el potencial ecoturístico de las diferentes regiones del país, la biodiversidad y los parques nacionales, diversos instrumentos para el desarrollo del ecoturismo -educación, legislación, planificación, conservación, reforestación, etc., las técnicas ecológicas, las experiencias de desarrollo del ecoturismo en otros países del mundo y los hoteles botón verde-.

Así, pues, con esta feria, se incrementó la sensibilidad por el medio ambiente, no sólo urbano, sino también rural. Se valoró la importancia de eliminar los focos de contaminación industrial, en la ciudad y en el campo.Al ser masiva la presencia del pueblo dominicano en la feria, se hizo intenso el aprendizaje de nuestra realidad ambiental y amplio el conocimiento sobre el trabajo que realizan diferentes instituciones por la preservación del medio ambiente y por una vida sana.

La feria se convirtió en un centro de amplia propaganda para los proyectos que se llevan a cabo en beneficio del desarrollo sostenible.

Los dominicanos se informaron del patrimonio natural, histórico y cultural de otras regiones y de sus potencialidades para el desarrollo del ecoturismo.

Los Santiagueros conocieron mejor a Santiago y al país, y las demás regiones de nuestro territorio y del mundo vieron a Santiago por primera vez o con nuevos ojos.

El hecho de que todos los días el público fuese masivamente a la feria, demuestra el interés que tiene la población por este tipo de actividad. Se requiere que el enorme potencial que tiene la República Dominicana para desarrollar el ecoturismo, mediante el impulso de iniciativas de micro y pequeños empresarios, o a través de la combinación de la acción estatal con la inversión privada, sea puesto en movimiento. Es necesario, también, la puesta en marcha de iniciativas educativas en las escuelas, en los colegios, en las universidades, en las familias, para continuar elevando los niveles de formación ecológica de nuestra infancia, nuestra juventud y de nuestros futuros profesionales, así como de la población en general.

La protección ambiental: una responsabilidad compartida

Los problemas enfocados indican que se necesita de una mayor responsabilidad en la gestión de los recursos naturales y en la protección del medio ambiente. Que esta tarea nos concierne a todos. La responsabilidad de la basura, por ejemplo, comienza con nosotros mismos... No hacemos nada en constatar que hay basura. Todos somos responsables de nuestro medio ambiente. Por supuesto, aquellos que son responsables de acciones destructivas contra la vida natural tienen que cambiar su actitud o si no sometidos a la justicia.

La paz que se respiró en toda la feria confirma que se puede vivir en sociedad, de manera civilizada, con responsabilidad social y ambiental. Al final, ya la gente no tiraba basura fuera de los zafacones. Actuaba de manera espontánea en mantener la limpieza y en preservar el orden. Por eso, no temíamos en terminar a altas horas de la noche o a primeras horas de la madrugada.

Una propaganda creadora de conciencia

La Segunda Feria Ecoturística y de Producción, la cual se difundió a nivel nacional e internacional, durante siete meses, con una propaganda sencilla y poco costosa, pero limpia, con estética y criterio de llegar a la población y a las más diversas instituciones, con un mensaje claro y altamente educativo, demostró que con pocos recursos monetarios se puede movilizar a los más disímiles sectores sociales y culturales, a entidades e individuos diversos; unirlos en un propósito común, donde la educación, la ciencia, la cultura, las diferentes ramas de producción y de servicios, con sus agentes motores, se dan las manos para materializar un ideal: mantener el colorido de la vida natural y, por tanto, el candor y valor de la vida humana.

Ahora bien, esta propaganda y ese despliegue de publicidad no hubiesen sido alcanzados con tanta dimensión, humana, ambiental y social, sin el concurso de los brillantes periodistas que tanto en Santiago como en el resto del país se sumaron con tanto amor a los propósitos de la Feria, y al calor que los distintos medios de comunicación ofrecieron a la actividad para que ésta trascendiera los límites de Jacagua, Santiago y de la región del Cibao.

La integración y coordinación de las más diversas instituciones

Esta actividad demostró también que es más fácil, menos costoso y más rotundo el éxito, cuando las distintas instancias que intervienen en la sociedad se ponen de acuerdo para el logro de una meta común.

En efecto, la participación del Gobierno Central fue notoria en esta feria, a través de la Secretaría de Estado de Obras Públicas y Comunicaciones, de la Corporación Dominicana de Electricidad, de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado -adscrita a la Presidencia-, de la Secretaría de Estado de la Presidencia, de la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, de la Secretaría de Estado de Educación y Cultura, la Secretaría de Estado de Turismo, de la Dirección General Forestal, la Oficina Coordinadora y Fiscalizadora de Obras del Estado -adscrita a la Presidencia-, la Secretaría de Estado de Agricultura, el Servicio Nacional de Lucha contra la Malaria (SESPAS), la Lotería Nacional, el Consejo Presidencial de Cultura, el Consejo Inter-Institucional pro Cuenca Río Yaque del Norte, la Corporación de Fomento Industrial, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, la Defensa Civil, la Compañía Anónima Tabacalera y distintas gobernaciones del Cibao.

El Ayuntamiento de Santiago asumió desde un inicio, su Sala Capitular en pleno, el compromiso de apoyar y trabajar por la materialización exitosa de la feria. La Liga Municipal Dominicana y distintos ayuntamientos del Cibao apoyaron y promovieron la actividad.

El gobierno del Canadá, a través de su Embajada en República Dominicana y el Fondo Canadiense para Iniciativas Locales, mantuvo con el mismo entusiasmo del año pasado su apoyo moral y monetario a la feria. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las embajadas de Francia, Israel, Estados Unidos de América -su departamento de negocios-, Venezuela, Haití y Costa Rica, así como la Universidad de Sidney Oeste, Australia, promovieron y apoyaron científicamente el evento.
Una empresa como Mundogas Américas Dominicana, S.A., se erigió en la principal coauspiciadora privada, confiando plenamente en la validez y alcance de este tipo de eventos, empresa que busca contribuir con su producto a la reducción del uso del carbón vegetal, como forma concreta de rescatar la cobertura boscosa de la República Dominicana. Mundogas y la Asociación Dominicana de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo diseñaron y edificaron un stand que por su vistosidad y carácter altamente educativo llamaron la atención de un amplio público. Asimismo, el Consorcio Moya & Jorge, que no pudo a último momento participar con un stand, mantuvo su coauspicio, señalando que está dispuesto a apoyar permanentemente acciones como la feria ecoturística y de producción por su valor educativo y por la puesta en valor de nuevas actividades, las cuales van en la dirección de mejorar los niveles de empleos en el país y la calidad de vida de los dominicanos.

La Cámara Minero-Petrolera de la República Dominicana, entidad que cumplió su primer aniversario en medio de la celebración de la feria, apoyó con un entusiasmo tal, que fue capaz de unir empresas mineras -metálicas y no metálicas- como la Falconbridge Dominicana, la Dirección General de Minería, Cementos Nacionales, IMCA, Gemel Dominicana, Marmotech, Industrias GAT, Asociaciones de Mineros del Pomier, Ensenada CXA, Mount Isa Mines, Minera Hispaniola y SADOSA, para construir un bello y educativo stand, representativo del sector minero y de la responsabilidad social y ambiental con la que aspira desarrollar la explotación minera en República Dominicana. Este último aspecto, se manifestó de forma concreta con la sesión de charlas que pronunciaron el Director de Minería y el presidente y vicepresidente de la Cámara en el marco de las más de cuarenta ponencias que durante los nueve días se presentaron en el evento.

El Banco de Reservas de la República Dominicana, comprometido con el desarrollo integral de nuestro país, apoyó con su coauspicio y con la construcción de un majestuoso stand, reflejando la solidez del sistema financiero dominicano. El Banco BHD, con su stand, al igual que el año pasado, demostró una vez más que cree en el futuro de esta nación.

La Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago, Inc. (ACIS), traspasó las fronteras de la frialdad mostrada por algunos sectores empresariales de Santiago, los cuales lamentablemente no comprendieron la naturaleza y el alcance de una actividad que está ampliamente relacionada al presente y futuro de la empresa nacional y al compromiso que tiene el empresariado de manejarse con responsabilidad social y ambiental en el proceso de acumulación de capitales. La ACIS invitó a participar activamente a sus afiliados, y se convirtió en un ente defensor de los propósitos de la feria.

La micro y pequeña empresas de Santiago se convirtieron en uno de los pilares fundamentales de la segunda versión de la feria ecoturística y de producción, destacándose las ramas de la alimentación, de la industria tabaquera, de la venta de libros, de la artesanía y fabricación de muebles.

La Sociedad Ecológica del Cibao, Inc., jugó desde un principio un papel de promotora de la feria, la asumió con plena conciencia e hizo importantes contribuciones en lo científico y en lo educativo.
Tinglar, con su precioso stand, ilustrado de las distintas especies en aves de nuestro país, fortaleció el amor de los niños y visitantes hacia la vida natural, en particular de su fauna.

El Grupo Punta Cana y su Fundación Ecológica representaron la nueva visión de un turismo de masas, responsable y apegado a la defensa del medio ambiente.
La Shell en República Dominicana, continuando con su filosofía de educar en torno a las riquezas naturales del país, hizo presentaciones continuas de videos educativos, que nos hablan de nuestra fauna y de nuestra flora.

La Cervecería Vegana Domínico-Canadiense al repetir este año la construcción de un típico stand, acorde a la naturaleza de la feria, volvió a renovar su creencia en esta actividad y consolidó su compromiso de continuar participando en las próximas versiones. E. León Jiménes mostró una actitud más entusiasta este año, participando con diversos stands.

Pinturas Tropical, S.A., al igual que el año pasado, brindó un fuerte coauspicio, desarrollando una amplia e intensa campaña publicitaria.
La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y la Universidad Tecnológica de Santiago fueron dos universidades que se sumaron a la feria, en lo cultural, en lo científico y en la exhibición.

La Unión de Deportistas de Santiago asumió con vigor los retos de esta segunda feria ecoturística y de producción, motivando a los deportistas de Santiago a participar activamente en la misma.
El Movimiento de Desarrollo de la Montaña supo, con marcado amor a nuestra naturaleza y consciente del valor de sus recursos naturales, movilizar a la población campesina para que se involucrara en una actividad que le pertenecía.

Los prestigiosos periódicos Listín Diario y La Información mostraron su amplio interés por los asuntos ambientalistas y la formación ecológica con sus hermosos stands, a través de los cuales se exhibieron trabajos de investigación en torno a la problemática enfocada en la feria, al tiempo que dieron un seguimiento permanente a las incidencias de la actividad. Hemos de reconocer, además, que todos los medios de comunicación del país prestaron singular importancia a la feria.

El Centro Puente, desde Neyba y las más apartadas zonas de nuestra frontera con Haití, nos ilustró, con un grupo de hombres y mujeres de origen haitiano, las costumbres y creencias del hermano pueblo haitiano.

A la familia Benoit y, en particular, a Don Pepe Benoit sólo nos queda reiterarles que nuestro agradecimiento es eterno, por el desprendimiento que han mostrado y, sobre todo, por el inmenso amor que tienen a nuestro pueblo y a nuestra naturaleza.

Más de cien instituciones, locales, regionales y de todo el país, así como del exterior, se unieron a la Fundación Ciencia y Arte, Inc., para hacer posible que esta Segunda Feria Ecoturística y de Producción alcanzase el éxito que obtuvo. Nuestras más profundas gracias para todas ellas.

La Tercera Feria Ecoturística y de Producción

Tenemos ahora por delante la organización, promoción y montaje de la Tercera Feria Ecoturística y de Producción. Esta feria será una continuación de los trabajos emprendidos en la primera y segunda ferias, y, por tanto, una proyección mayor de lo que Jarabacoa, Santiago y las distintas regiones y localidades del país pueden seguir aportando al país y al mundo.

En Sabana de la Mar, provincia de Hato Mayor del Rey, efectuaremos la tercera versión de la Feria Ecoturística y de Producción. Este es un lugar relativamente olvidado, con grandes niveles de pobreza en términos sociales, pero de una riqueza natural extraordinaria y potencialidades especiales para desarrollar el ecoturismo, con una población bella y laboriosa, como tierna y hospitalaria es toda nuestra gente. Allí, trataremos de corregir los errores que cometimos en Santiago, de repetir las cosas buenas que pusimos en marcha y aprendimos, y de duplicar los esfuerzos para alcanzar, para beneficio de nuestro pueblo, un éxito cada vez mayor.

Cuando terminamos nuestro discurso inaugural de la feria, el 20 de junio, en una mañana esplendorosa, nos inspiramos con unos versos que alentaban a la acción para la preservación de nuestras riquezas naturales (ver Introducción General). Al terminar este balance preliminar, el entusiasmo ha dado a nuestro humilde verbo otros versos, que también surgen del alma.

Ensoñadores cánticos
encontré en esta fiesta de amor,
alegría,
de fantásticos recuerdos y abrazos solidarios,
de amores tiernos y compromisos nuevos:
por la vida, su biodiversidad y la responsabilidad
compartida
de proteger el hábitat.

Carpinteros,
cigüas y lilas
se confundieron en el revoloteo de mariposas,
de amores amarrados en hojas secas,
sentimientos retorcidos en troncos centenarios,
miradas fijas selladas en la corteza de los árboles,
purificando el aire, cristalizando el agua y
fortaleciendo la vida.

El techo del cielo se pintó de diversos colores en
Jacagua, Santiago.
Las nubes parecían cocoteros envueltos en yaguas,
de terciopeladas y cariñosas manos.


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noviembre 10 1999