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EN REPUBLICA DOMINICANA EL CARIBE Y EL MUNDO Recomendaciones
para el desarrollo de un turismo sostenible.
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De ahí, que "el objetivo de una estrategia de turismo y desarrollo sustentable será entonces corregir el desbalance entre factores positivos y negativos producidos por las actividades turísticas, así como el desarrollo de políticas que corrijan las acciones que han causado daños al medioambiente". "Se trata de manejar los recursos de manera que satisfagan -enfatiza Elena Ferretti, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- las necesidades económicas, sociales y estéticas, así como mantener la integridad cultural, los procesos ecológicos y la diversidad biológica" (18).
Para la oficial ambiental del PNUD , el ecoturismo es un turismo "bien manejado y programado" , "no contaminante y renovable". "Para que pueda tener éxito -especifica- es necesario involucrar las comunidades locales en las actividades" (19). En ese sentido, el ecoturismo puede contribuir a hacer más sostenible el turismo.
Ahora bien, según Lionel Robineau, de Enda-Caribe (Medio ambiente y desarrollo), para que "se pueda convertir en una herramienta valiosa para la preservación y manejo adecuado de los recursos naturales", el ecoturismo debe "ser realizado bajo regulaciones estrictas". En efecto, "puede también ser el último proceso para penetrar en áreas intocables" y "se corre el riesgo de dañar la vida natural en ecosistemas sensibles, de reducir el potencial de biodiversidad y desproteger algunas áreas naturales indispensables, libres hasta ahora de toda penetración humana" (20).
Lionel Robineau concluye estableciendo que "una política de turismo no debe oponer los economistas puros a los ecologistas intransigentes", sino que debe desarrollarse "respetando cinco criterios claves: justicia social, prudencia ecológica, eficiencia económica (pero evaluada socialmente), aceptabilidad cultural y manejo equilibrado del espacio disponible" (21).
Los ecosistemas costero-marinos, escenarios en los cuales se desarrolla la mayor parte del turismo en el país, requieren una atención especial. Veamos lo que establece al respecto François Doumenge, Director del Instituto Oceanográfico de Mónaco.
Con el objetivo de establecerse y de extraer una parte de la productividad natural, "para desarrollar la agricultura, la pesca, la industrialización, el comercio y los puertos, el turismo y el consiguiente establecimiento de hoteles y zonas recreativas y la urbanización de manera general, las sociedades multiplican las agresiones a los litorales"(22) . Estas presiones sobre las costas son tan fuertes que "si no se toman rápidamente medidas adecuadas, se pueden producir catástrofes ecológicas y fenómenos de saturación y de bloqueo que engendrarán por sus propios efectos perturbaciones y daños que alteran la imagen turística. Las actividades concebidas en una perspectiva meramente turística estarán en peligro.
El mantenimiento del potencial turístico de las regiones litorales -continúa Doumenge- pasa, en tal virtud, de forma inevitable por la puesta en práctica de una política de salvaguarda del medio ambiente natural y de preservación del patrimonio del paisaje, de la historia y de las sociedades tradicionales que constituyen el valor intrínseco de estas regiones frágiles y originales"(23).
El control turístico se mantiene usando la noción de capacidad
de carga. El especialista explica: "En las zonas litorales, en las
cuales se permiten las actividades turísticas, es obligatorio establecer
límites en función del nivel crítico, a partir del
cual se pueden producir perturbaciones perjudiciales para el medio ambiente.
El litoral no puede tolerar una ocupación superior al límite
que representa el nivel de uso que puede ser aceptado en cierto perímetro
sin que esto resulte en una destrucción del capital natural y sin
que se ponga en tela de juicio la posibilidad de mantener el equilibrio
de los recursos renovables. El concepto de capacidad de carga (Godschalk
et al. 1974; Marion et.al., 1985; Shelby & Heberlin, 1984) implica
toma de decisiones que intervienen en función de la naturaleza de
los impactos, dependiendo de los diferentes tipos de equilibrio que se
toman en cuenta y que se quieren salvaguardar:
Es la toma en consideración de esos cuatro imperativos lo
que permite asegurar la integración de una actividad turística
en una región litoral, sin que se puedan temer perturbaciones irreversibles
en el plano del medio ambiente y de la sociedad (Stanley & McCool,
1984)" (24).
(17) Ver "Iles et tourisme en milieu tropical et subtropical" (Islas y turismo en un medio tropical y subtropical), Colección Iles et Archipels, No.10, Francia, 1989, pp. 57-58.
(18) Ver "The State of the Earth Atlas" (Atlas del estado de la Tierra), editado por Joni Seager, New York, EE.UU., 1990, p.115.
(19) Ver ibid., pp. 62-63, interpretación de mapas.
(20) Ibid., p. 101.
(21) Ver ibid., pp. 22-23, interpretación de mapas
(22) Ver ibid., p. 100.
(23) Saramago, José, "A quoi sert la communication?" (¿Para qué sirve la comunicación?), Le Monde diplomatique, París, diciembre 1998, p.26.
(24) Serulle Ramia, José, discurso inaugural pronunciado en el seminario "Turismo, medio ambiente y desarrollo", organizado por la Fundación Ciencia y Arte, Inc., Santo Domingo, República Dominicana, 20-21 de febrero, 1992.
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noviembre 10 1999