Amenazado en el mundo, protegido en Dominicanapor Eleuterio Martínez
Publicado originalmente en el Listín Diario del 21 de Septiembre 1999
Reproducido aquí con la autorización del autorEl manatí goza de la protección que le brindan la Ley No. 5914 de 1962, el Decreto 233-96 y la comunidad internacional, la cual lo ha colocado en el apéndice I del CITES y en el anexo II de la Convención de Cartagena.
El Matum
La docilidad, el carisma y la mansedumbre del manatí en realidad
cautivaron a los naturalistas y estudiosos de la época colonial
y por ello describían con lujo de detalles sus características
excepcionales de animal amistoso y tranquilo, tal y como nos lo dicen Antonio
de Torquemada y Pedro Mártir de Anglería al relatarnos la
suerte de un pequeño manatí que quedó atrapado en
una red y fue llevado por los indígenas a un lago donde fue criado
con muchos mimos.
La profesora Idelisa Bonnelly de Calventi (1994) nos narra textualmente
en su obra ''Mamíferos Marinos en la República Dominicana''
la leyenda en torno a esta criatura de la siguiente manera:
''Conocía su nombre, Mato o Matum, que quería decir ''noble
y generoso'', comía de la mano de sus dueños y viajaba por
el lago llevando en su lomo a los indígenas''. ''Un día un
español lo hirió con una lanza y desde entonces cuando veía
algún cristiano, se zambullía y se negaba a obedecer. Después
de un huracán que inundó toda el área del Artibonito,
Matum fue arrastrado por las corrientes hasta su patria original: el mar''.
La cacería del manatí continuó intensamente durante
siglos. Los piratas llevaban siempre de su carne en las embarcaciones.
Hoy día nuestros pescadores también los persiguen cuando
se acercan a la costa considerando su carne como una delicia. Según
dicen, ésta tiene ''siete sabores diferentes''.
La amenaza
Expertos nacionales y extranjeros coinciden en que el manatí
antillano es una de las especies de mamíferos marinos que más
amenazada se encuentra, prácticamente en su fase terminal de extinción.
En tal sentido hace cuatro años que el profesor e investigador del
departamento de Ciencias Marinas de la Universidad de Puerto Rico, Antonio
A. Mignucci Giannonu, dijo que el manatí está considerado
como el mamífero acuático en mayor peligro de extinción
que existe en la zona costera y fluvial del área del Caribe y alega
también que la falta de información sobre los problemas que
más afectan su supervivencia se presenta como el principal obstáculo
en los esfuerzos desplegados en torno a su conservación.
Poco tiempo después (octubre, 1995), José Alberto Ottenwalder,
único sobreviviente de un accidente de aviación donde perdieron
la vida sus dos compañeros de estudios e investigaciones sobre la
presencia del manatí en las costas dominicanas, Amaury Villalba
y Tammy Dominguez, estimó que este legendario animal acuático
es la especie en mayor peligro de extinción de todos los mamíferos
marinos del Caribe y que en las Antillas Menores ya se le conoce solamente
por registros fósiles. Calculó en apenas 100 individuos la
población que quedaba para entonces en República Dominicana
de este corpulento y amistoso animal.
Si juzgamos por los reportes de matanzas de manatíes, la década
de los 90 se puede considerar como ''trágica'', en vista de que
desde 1991 se están reportando muertes por varamientos y por la
pesca ilegal en Juancho y las costas orientales de Oviedo, en Barahona
y la Bahía de Neiba, en Puerto Viejo de Azua, en Boca de Yuma y
la costa oriental del país, en Sabana de la Mar y el entorno de
la Bahía de Samaná, en las costas de Puerto Plata, particularmente
en la desembocadura del río Bajabonico y los caños de Estero
Hondo y en las costas de Montecristi, que es la zona histórica de
mayor amenazas.
Medidas y acciones
Pero la pesca indiscriminada de este animal viene de lejos como hemos
visto y por tales razones el manatí está protegido oficialmente
por la Ley de pesca número 5914 de 1962 y más recientemente
por el decreto número 233-96 del 3 de junio de 1996, el cual creó
el ''Santuario de Mamíferos Marinos de la República Dominicana''
con una extensión superior a los 25,000 kilómetros cuadrados,
diciéndole al mundo los esfuerzos y la seriedad con la cual estaba
dispuesto el país a enfrentar la desaparición de las catorce
especies de mamíferos marinos que llegan a sus costas, y en particular
al manatí.
La gravedad de la situación por la que atraviesa la existencia
de esta especie ha motivado que varios organismos internacionales se dediquen
al estudio, monitoría y protección, como parte de una estrategia
específica adoptada por la comunidad internacional, la cual es llevada,
promovida y discutida en todos los foros regionales y globales relacionados
con la vida marina. Por ejemplo el Manatí ya está incluido
en el ''Apéndice I del Convenio Internacional sobre el Tráfico
y Comercialización de Especies de la Vida Silvestre'' y lo mismo
ocurre con el ''Anexo II de la Convención de Cartagena''.
Playa Tortuga
También conocida como playa Limón, al encontrarse al norte
de las dos lagunas Redonda y Limón, es el lugar donde se acaba de
realizar el último reporte de avistamiento de manatíes, el
cual en principio se le atribuye a bañistas o turistas que disfrutaban
de los encantos que exhibe la naturaleza en este rincón costero
de Miches, quienes asustados los confundieron con delfines o tiburones.
Los manatíes se presentaron en manadas de 10, 15 y 20 ejemplares,
lo cual llamó poderosamente la atención de los curiosos,
pescadores y los grupos conservacionistas locales. Para Enrique Pugibet,
profesor e investigador del CIBIMA y director del Acuario Nacional, ''es
muy posible que se tratara de una o dos hembras perseguidas por grupos
de machos con el propósito de aparearse''. Estima además
que posiblemente estuviesen de paso por allí, porque los sitios
de mayor disponibilidad de alimentos y de espacios propicios para su desarrollo
se encuentran en las ensenadas con abundancia de pastos y desembocaduras
de los ríos locales.
Los informadores locales aseguran que estos animales marinos realizaban
una vuelta por el arco de la playa y luego se acercaban a la orilla, lo
que repetían con más frecuencia entre las 10:00 de la mañana
y las 2:00 de la tarde, en una extensión del litoral de 10 kilómetros,
entre Boca de Celedonio-Laguna Redonda y Playa Tortuga-Laguna Limón.
De inmediato la Marina de Guerra hizo acto de presencia en la zona para
evitar el hostigamiento, molestia o caza de estos animales, regulando el
movimiento de personas, controlando las actividades de los pescadores y
colaborando con las autoridades y técnicos del Acuario Nacional
que fueron a orientar a los moradores de allí sobre la mejor forma
de proteger a esta especie.
Acuario Nacional
La mejor forma de ayudar a los manatíes es no hacer nada, es
decir, simplemente mirarlos, evitando cualquier acercamiento para no espantarlos,
comunicar a las autoridades si aparece uno muerto o varado y evitar la
pesca con chinchorros de arrastre. La hoja informativa entregada por el
Acuario Nacional a los moradores dice textualmente:
Recomendaciones para cuando veas un Manatí: ''Los manatíes
son mamíferos marinos únicos en su clase porque solamente
comen plantas marinas. Prefieren las aguas poco profundas, se mueven lentamente
y suben a la superficie a respirar aire. Tristemente, muchos manatíes
mueren por choques con botes y jet skies, los cazan por su carne, y tragan
basura que ha sido tirada al mar y los ahoga. Cuando veas un manatí,
lo mejor que puedes hacer es:
1.- Dejarlo tranquilo y alejarte del área. Aunque te parezca
atractivo tocarlo o darle comida o agua, eso no está bien. Si hacemos
eso los manatíes nos perderán el miedo y esto los pone en
peligro de extinción.
2.- Avisarle a las autoridades competentes y responsables por la protección
de esta especie (Marina de Guerra, Departamento de Recursos Pesqueros y
Departamento de Vida Silvestre) para que ellos:
a) Prohíban el uso de botes de motor fuera de borda y jet skies
en el área.
b) Prohíban el uso de chinchorros, redes de ahorque y arrastre
en el área.
c) Controlen la curiosidad de las personas y prohíban que se
acerquen, molesten o toquen a los manatíes.
3.- Organizar una limpieza de la playa. Muchos manatíes mueren
al ingerir plásticos, anzuelos, basura y líneas de pescar
tiradas al mar. Si limpias la playa de estas basuras estarás evitando
que las mismas lleguen al mar y a los manatíes u otras especies
marinas''.
Tamaury
Su madre murió violentamente entre las redes y el maltrato ocasionados
por unos pescadores que la atraparon en las costas de Barahona. Con apenas
dos semanas de nacido y sin la experiencia suficiente para enfrentar con
éxito los complejos avatares de la vida marina, buscó refugio
alrededor de un complejo metálico que encontró próximo
a donde su madre lo dejó aquella tarde gris.
Desconcertado y triste comenzó a rondar por aquella mole de
hierro. Los marinos, al ver aquel pequeño animal que se empeñaba
en acompañarlos y hasta en seguirlos cuando zarparon, optaron por
protegerle y para ello el capitán dio órdenes de capturarlo
con una red y subirlo a bordo. Al desembarcar en el puerto de Barahona
recibieron la información de que en el día anterior se había
sacrificado a una hembra en las proximidades de la Bahía de Neyba
y que en el proceso de hostigamiento a que fueron sometida su madre y esta
criatura, la primera perdió la vida y el segundo perdió el
rumbo y fue a parar inocentemente y para su fortuna, alrededor de esta
embarcación.
Las autoridades del Acuario Nacional que se enteraron de los que estaba
pasando en Barahona con los manatíes después del accidente
de la avioneta en que murieron Amaury y Tammy, decidieron adoptar al indefenso
y huérfano manatí recién nacido, lo bautizaron con
el nombre de Tamaury en honor a estos dos jóvenes que de repente
se encontraron con la muerte tratando de estudiar y proteger a estos animales
tan delicados que viven desde que Dios hizo al mundo en nuestras costas,
pero a los que nosotros hoy les queremos quitar el derecho a seguir habitándolas.
Tamaury ya tiene cuatro años y medio, 374 libras y una longitud
de 2.10 metros. Vive tranquilo en un estanque especial que se le construyó
en las instalaciones del Acuario, a la espera de quienes se motiven por
conocer las sutilezas en que está envuelta su vida y para suplicarle
a los humanos que por favor le permitan vivir un poquito más en
este mundo que al parecer queremos para nosotros solos.
El Manatí
De visita por las costas dominicanas. Abundante en las costas y boca de los ríos de La Española en los tiempos de la colonia, hoy es una especie prácticamente desconocida y a punto de desaparecer para siempre.
Una población flotante de manatíes que posiblemente tiene
por hábitat la Bahía de Samaná, está siendo
observada y monitoreada en las costas de Miches, particularmente en un
tramo de 10 kilómetros del litoral que hasta comienzos de año
estuvo protegido en la ''Reserva Científica Lagunas Redonda y Limón''.
LISTíN DIARIO, en su edición del pasado martes, se hizo
eco de esta agradable noticia servida por su reportero de la región
oriental, Florentino Durán y de inmediato nos trasladamos a la zona
donde los manatíes se observan con mayor frecuencia, percatándonos
de que el paso por allí de estos legendarios mamíferos marinos,
en manadas de 15 a 20 ejemplares, ha sido un acontecimiento que todo el
mundo comenta.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y
especialistas del Acuario Nacional que han estado estudiando el fenómeno
coinciden en que se trata de la misma población de manatíes
que se mueve en las aguas tranquilas de la bahía y que desde hace
dos o tres meses se viene reportando en diferentes puntos, particularmente
donde hay menor afluencia de público, en la desembocadura de las
fuentes de agua y en áreas poco frecuentadas por los pescadores
locales.
Esta vez los reportes indican que los avistamientos más frecuentes
y en mayor número de ejemplares se han realizado entre ''Boca de
Celedonio'' (o zona de intercambio de agua dulce y agua salada entre el
mar y la Laguna Redonda) y la ''Playa Tortuga'' (un área normal
de anidamiento de careyes y tinglares) o ''Playa Limón'' como también
se le conoce, por su cercanía a la laguna del mismo nombre (Laguna
Limón), la hermana gemela de la Redonda.
Aunque los especialistas del Acuario Nacional e investigadores del
CIBIMA (Centro de Investigaciones de Biología Marina) y la Comisión
Ambiental de la UASD están de acuerdo en que este reporte es una
grata noticia, estiman que lo más conveniente hubiese sido que se
mantuviese en el anonimato, pues la afluencia de curiosos a esta zona o
de personas que se sienten atraídas por la misma, más que
bien, pueden causarle molestias y espantar a estos dóciles animales
que buscan la tranquilidad para alimentarse, aparearse, hacer vida social
y reproducirse.
Area protegida
Por la gran diversidad de ecosistemas y ambientes especiales (pastos
marinos, arrecifes, playas, dunas, manglares, estuarios, caños,
ríos, humedales, lagunas...), que atesoran una extraordinaria biodiversidad
representada en manatíes, tortugas marinas, jicoteas (tortugas de
agua dulce), peces, reptiles, anfibios, patos migratorios, reicongos, yaguazas,
zaramagullones... que hacen su vida y establecen sus dependencias entre
el mar, las lagunas, bosques, pantanos y ríos, el Gobierno dominicano
aceptó declarar como ''reserva cintífica'' las lagunas Redonda
y Limón mediante el Decreto No. 1315 de 11 de agosto de 1983, cuyos
límites definitivos fueron establecidos mediante el Decreto 309-95
del 31 de diciembre de 1995.
Sin embargo, la Dirección Nacional de Parques y la ''Comisión
Revisora del Decreto 319-95'' recomendó al Poder Ejecutivo a finales
del año pasado reducir a menos de una tercera parte la superficie
de la ''Reserva Científica Lagunas Redonda y Limón'', eliminándole
toda el área marina donde hoy se encuentran los manatíes,
buena parte de los humedales y liberando otras áreas para facilitar
la inversión extranjera en el desarrollo turístico de la
zona, petición que fue aprobada y, por lo tanto, legalizada el pasado
22 de enero del presente año, cuando fue emitido el Decreto 14-99,
el cual le cambia también la categoría de reserva científica
por la de parque nacional.
Los manatíes traen un mensaje que ojalá las autoridades
y los dominicanos logremos entender algún día, esta Tierra
también es de ellos aunque la globalización se niegue a reconocerlo
y ese derecho, que todos estamos llamados respetar y hacer valer, debe
estar todo el tiempo por encima de los intereses puntuales de esta generación.
Pero, ¿cuál es la situación actual de este animal
precolombino?
FICHA TéCNICA
NOMBRE COMúN: Manatí del Caribe
NOMBRE TéCNICO: Trichechus manatus manatus
HáBITAT NATURAL: Zonas costeras tranquilas con yerbas
marinas y afluencia de agua dulce
REPORTE ACTUAL: Playa Tortuga al norte de las lagunas Redonda
y Limón
ESTATUS. En peligro de extinción
PROTECCIóN: Ley No. 5914 de 1962, Decreto No. 233-96,
apéndice I del CITES y el anexo II de la Convención de Cartagena
|
Turismo sostenible y comercio electrónico, proyecto piloto de Fundación Taigüey. P.O.Box 109-Z Zona Colonial, Santo Domingo, Rep. Dominicana Tel.: 1-809-537 89 77 Fax: 1-809-221 42 19 E-mail: kad@kiskeya-alternative.org-- http://www.kiskeya-alternative.org |
|
http://kiskeya-alternative.org/publica/eleuterio/manati.htm | updated September 27 1999