La
globalización de la economía provoca la ampliación
de los conceptos y las aplicaciones en distintas áreas. El sector
turístico nacional elabora propuestas y desarrolla proyectos que
van más allá de la facilidad habitacional, del disfrute de
sol, agua y arena y del “todo incluído” en lo que denominan “Oferta
complementaria”. Empero, grupos alternativos objetan esas intenciones del
sector tradicional del área porque consideran que el país
tiene suficientes recursos para brindar a los visitantes opciones de mayor
calidad, con un contenido cultural, educativo y de deleite natural. Esos
sectores, minoritarios por supuesto, trabajan para impulsar sus propias
ideas.
¿Qué
es Kiskeya Alternative?
Es
una entidad que busca aprovechar la posibilidad que ofrecen la Internet
y la tecnología para vender el país y permitir que la gente
pueda venir directamente sin pasar por los grandes tour-operadores. De
esa forma pueden permanecer por dos semanas en un circuito alternativo,
o de naturaleza, ecológico o sostenible, o una combinación
de todo. Es decir, que la gente pueda pasarse su estadía sin tener
que comprar un boleto aéreo con el “resort “y todo incluído.
¿Qué
ofrecenustedes como turismo alternativo?
Hay
dos ofertas: una para la gente que viene al país por su propia cuenta,
sin compromiso con agencias de viajes o tour operadores, que busca el “hotelito”
y nosotros le damos toda la información vía Internet o lo
ponemos en contacto directo con quien le brindará el servicio e,
incluso, con personas que ya antes hayan estado aquí como turistas.
La otra es preparar paquetes que serían una especie de montar una
ecotour operadora alternativa para realizar un verdadero turismo ecológico.
A
propósito, ¿desarrolla República Dominicana un verdadero
turismo ecológico?
Aquí
el 99 % de la oferta dizque ecoturística o de naturaleza es simplemente
gentes que van a los resorts y luego pasan medio día o un día
visitando los lugares. Van a Jarabacoa para hacer caballos, van a ver las
ballenas (en el santuario) o entran a un Parque Nacional, pero nada más.
Eso tiene muchas implicaciones, primero a nivel financiero, porque los
pequeños del área turística que ofrecen esas opciones
no tienen ninguna garantía, debido a que el margen es muy limitado;
y la otra es el impacto ambiental, porque, por ejemplo, de los ochenta
dólares que cobra una agencia para trasladar un turista de Puerto
Plata a Jarabacoa, le da cuarenta o no sé cuánto al rancho
donde lo llevan y así va repartiendo. Pero en la comunidad donde
opera apenas se quedan dos dólares y sus residentes no se benefician
en nada de eso.
¿Qué
pretende Kiskeya Alternativa en el plano turístico?
Tenemos
la pretensión de trabajar en los dos lados de la isla, en Haití
y República Dominicana, por varias razones que son de carácter
de ubicación, de la cultura y de la isla misma. Muchos de nuestros
proyectos culturales tienden a trabajar el tema domínico-haitiano.
Hay ideas de proyectos, aunque ninguno se ha materializado todavía.
En Haití existe una red que aglutina a unas 25 ó 30 instituciones
de turismo alternativo, que es algo que no existe de este lado, y nosotros
somos miembros de ella.
¿Qué
valoración tienen ustedes del turismo de masas, aparte de las cuantiosas
divisas que ingresan al país por ese concepto?
Para
nosotros, el impacto del turismo de masas es terrible tanto a nivel ambiental,
cultural o a nivel social. Yo pienso que la gente que está desplazada
de sus pueblos, esas que se van a vivir alrededor de los hoteles, en medio
de la prostitución y la desculturalización, cuando ven a
los ricos extranjeros, no aceptan su propia cultura, la rechazan y hasta
tienen vergüenza de muchas cosas. También está el problema
de la forma en la que los hoteles presentan la cultura de aquí,
la presentan de manera mercantilista, la separan de su raiz, se vuelve
una cosa suelta.
¿Qué
se puede hacer para evitar tal cosa?
Pienso
que se debe educar a la comunidad y también al turista que viene
aquí, no sólo dándole información, sino también
estableciendo reglas de conducta. Es decirle, por ejemplo, que cuando vaya
a un sitio natural no debe dejar nada más que las huellas, que no
debe hacer fotos en determinados lugares, o que no debe darle dinero a
los residentes en las áreas visitadas, porque si quiere ayudar debe
hacerlo a través de alguna organización de la comunidad. |